Bueno, pues aún no tenemos presidente. Ha sido un bonito
paripé el día de hoy en el congreso. Los líderes han estado desiguales, si me preguntarais
a mí os diría que el debate lo ha ganado claramente Alberto Ribera.
Rajoy ha rozado el ridículo, por momentos parecía que estaba
haciendo un monologo del club de la comedia en vez de un discurso en una sesión
de investidura. Solo ha hablado en serio al final de su discurso y ha resultado
cansino con la coletilla de “hasta ustedes lo acabarán entendiendo” que dirigía
al resto de diputados. Parecía un niño con una rabieta.
Sánchez ha estado correcto al intentar defender lo
indefendible. Dijo que hoy presentaba la panacea gubernativa que a todos
complace, y que si no recibía más apoyos es por intereses partidistas.
Pablo Iglesias ha estado muy izquierdoso e incluso revolucionario.
Entre mucha verborrea vacía, nos ha contado que uno de sus objetivos
prioritarios es que las grandes compañías paguen a hacienda un 15% de lo que
ganan. Como veis muy radical todo, nosotros pagamos más de un 50% y lo
revolucionario es que ellos paguen un 15%.
Ribera ha dado caña a diestro y siniestro, sobre todo a
diestro, sabe dónde está su granero de votos y se ha atribuido todos los méritos
del pacto, los existentes y los inexistentes. Ha sido particularmente curioso
que entre tanta caña al PP, también le ha lanzado algunas flores. Ha dicho
ribera que Zapatero aumento el déficit en 125.000 millones de euros y que el PP
le ha disminuido en 50.000 millones. Está claro que según Ribera y los datos
que maneja, el déficit y la deuda no están relacionados.
Termino con Garzón, en sus diez minutos de discurso ha
estado excelso. Nos ha dejado claro que eso del comunismo es cosa del pasado y
ha instado a todos a regresar a la socialdemocracia. Dice que hoy la
socialdemocracia es posible.
Yo después de lo visto hoy, veo un gobierno tipo a los que
ha habido en Canarias o Cantabria años atrás. Un gobierno presidido por una
fuerza minoritaria.
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