jueves, 20 de marzo de 2014

Creo que pienso raro.

Definitivamente pienso raro, para muestra un botón. El viernes pasado vimos la voz kids (un programa espantoso que le gusta a rabiar a mi hija, no entiendo el porqué) y durante el programa no pararon de decir que este era en honor de una niña que murió de una enfermedad. Cuando la niña en cuestión cantó su canción póstuma repitieron la retahíla, viendo el uso comercial y publicitario que estaban haciendo del óbito yo me hice una pregunta que para mí era la mar de lógica. ¿Será cierto que la niña finó o será un ardid publicitario? Yo me inclinaba por lo segundo, así que plantee mi duda en voz alta.

Todos se escandalizaron un montón y me dijeron: ¿Cómo van a hacer eso? No se atreverían, sería demasiado, imposible. A veces me inquietas, piensas cada cosa….. Todo eso me decían mientras yo me veía en la necesidad de justificar mis raros pensamientos. Les comente todas las cosas que nos cuenta Mikel en su blog sobre los medios de comunicación. ¿Sabéis que me dijeron? No es lo mismo. Eso me dijeron. No es lo mismo.

Está claro que es mucho peor mentir sobre una niña que va a un concurso, que sobre una niña que vive en palestina. Está claro que es peor mentir sobre una pobre niña cantante, que sobre los niños bombardeados y muertos en Libia. Está claro que tenemos un chip en la cabeza que hace que unos niños mediáticos valgan más que otros niños mediáticos.

De todas formas ese chip de ver las cosas deformadas le tenemos a todos los niveles y los comunicadores lo saben. Por ejemplo y cambiando radicalmente de tema, han conseguido que asociemos productividad a empleo. He leído un artículo en el que nos cuentan que si estuviéramos todos más formados académicamente se aumentaría la productividad un 10% y se crearían 300.000 empleos. Así por arte de magia, si yo en vez de ser un cazurro, fuera un licenciado en sociología habría un puesto de trabajo más en España y por supuesto produciría mucho más, eso sí, no se quien coño compraría esa producción de más. Temo que el consumo no se rige por el nivel de estudios del personal y si no hay consumo no hay trabajo, este sistema es así.

Creo que si lo pensamos fríamente, vemos que es evidente que el aumento de la productividad es inversamente proporcional a la creación de empleo. Pero desde el gobierno nos quieren hacer creer lo contrario, lo peor es que lo consiguen. Así mismo, el gobierno nos quiere hacer creer que lo único que afecta a la productividad es la moderación salarial, cuando en realidad es uno de los valores afectan en menor medida a esta.

Veamos con un ejemplo lo que nos trasmite el gobierno: un fabricante de televisores necesita a cuatro obreros para sacar una televisión al mes, mejorando la productividad pasa a necesitar a cuatro obreros para sacar dos televisores al mes. Pues bien, el gobierno nos dice que ese aumento de producción aumenta el beneficio patronal y que gracias a eso el patrono contratará a otros dos obreros para sacar tres televisores al mes, que bonito. La realidad es bien distinta, ya que antes vendía el televisor que producía, ya que era eso lo que pedía el mercado, el mercado no pedía tres televisores, si lo hubiera pedido el patrono hubiera tenido contratados a doce obreros. Así que con la mejora de productividad lo que se consigue es que dos obreros produzcan un televisor al mes, con lo que se pierden dos puestos de trabajo. Si hablamos de televisores nos regimos por el consumo. Pero ¿Qué pasa si hablamos por ejemplo de limpieza viaria? Ahí sí que es más que claro que cualquier aumento de la productividad lleva implícita una disminución del empleo.


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