Los futbolistas están en pie de guerra, los pobres no
quieren pagar tantos impuestos. Los medios nos cuentan un poco de todo, algunos
inciden en la jeta de los personajes, que ganan en un año lo que mil de
nosotros juntos ganaremos en toda la vida. Pero por otro lado nos dicen que una
cosa es el Mesi y el Ronaldo y otra los jugadores de segunda, que ganan muy
poquito con una carrera profesional corta. Que esta huelga es por los derechos
y los sueldos de todos, no solo de las estrellas.
Ese argumento cala en el personal, pobrecitos jugadores.
Claro que si vemos sus sueldos ya no nos dan tanta pena. El último jugador de
segunda división gana unos cien mil euros al año, seis veces más que yo y
estamos ablando del jugador suplente del último equipo, ese que ni juega.
Os pongo un ejemplo, hay un chaval de 18 años en el Betis
que lo está haciendo bien, Dani Ceballos se llama, ahora se está negociando su
renovación. El nene pide un millón de euros, el club le ofrece setecientos mil euros
al año. En segunda división, pobrecitos, que pena me dan.
Estos jugadores lo que quieren es seguir pagando parte de
sus impuestos como sociedad, en vez de pagarlos como personas físicas. Eso me
recuerda a Monedero.
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