Este fin de semana se han vuelto a izar en diferentes
ayuntamientos la bandera del orgullo gay, generando con ello gran polémica. A mí
me parece increíble que haya esa polémica. No me entra en la cabeza por qué ofende
a nadie esa bandera, ni por qué le importa tanto a alguna gente el con quien se
acueste cada uno. A mí los gustos sexuales de los vecinos directamente me dan igual.
¿Por qué tendría que importarme?
Tampoco entiendo la oposición de cierta gente a que todos
los que conviven formando una familia se puedan casar. El matrimonio no es solo
un acto simbólico, es un acto legal, que da una serie de derechos y
obligaciones a los que lo contraen. Derechos que yo creo deben tener todas las
parejas que quieran independientemente del sexo de los contrayentes.
La homosexualidad es una manera de relacionarse lógica y
sana, tan lógica y sana como la heterosexualidad. Por lo tanto retorno al
planteamiento inicial. ¿A quién le puede importar si el vecino se acuesta con
hombres o con mujeres?
Feliz día del orgullo a todos.
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