Yo siempre he sido de poco admirar a la
individualidad en sí, me pongo a recordar y no recuerdo haber tenido
ningún ídolo en mi infancia, ni deportivo, ni de otra índole. Fue
de mas mayor cuando empece a admirar a ciertas personas, la verdad es
que muchas de ellas me han acabado decepcionando, pero hay algunas
que siempre siguieron siendo un referente para mi y que han encauzado
mi forma de pensar de manera notable, muchas veces sin ser yo
consciente de ello. En especial hay una que me ha influido.
Esa persona es Julio Anguita. Hace unos
meses vi un documental en you tube sobre la obsolescencia
programada, que me dio mucho que pensar sobre la falacia del sistema
productivo, estamos en un sistema basado en falsedades, podríamos
estar en nuestra casa cobrando sin ir a trabajar y no pasaría nada,
ya que no existe una necesidad real de nuestra producción. Pero lo
que también me dio que pensar es que eso ya lo había escuchado yo
antes, pero de forma diferente, ¿adivináis a quien se lo escuche?
Exactamente, a Julio hace muchos años en una entrevista de televisión, el no lo
llamo obsolescencia, lo que hacía era comparar la durabilidad de los
productos antiguos comparados con los actuales e incidía en la
sostenibilidad ecológica y el cambio del modelo de producción, distintas palabras mismo concepto.
Eso me hizo pensar en las otras muchas
palabras que escuché a Julio hace años, por ejemplo Sobre el euro y
los mercados; dijo hace 20 años lo que iba a pasar hoy sin
equivocarse ni un ápice ¿es vidente? No, simplemente tiene y tenía
una capacidad de análisis impresionante.
Recuerdo especialmente sus palabras y
conceptos sobre el trabajo y la corrupción, palabras que me han
guiado en mi vida profesional como un mantra sin yo percibirlo y que
se resumen en dignidad, en no permitir ni hacer tejemanejes, tan
corrupto es el político que acepta chantajes y prebendas, como el
funcionario que cierra los ojos por unas migajas o por no buscarse
problemas. Sin estos trabajadores de base que hacen como que no ven
nada la corrupción no sería posible.
Julio es una persona que se preocupa
tanto de lo grande como de lo pequeño, ademas tenía facilidad para
trasmitir los conceptos, conseguía que entendiésemos la
macroeconomía explicándola en menor escala, utilizando la economía
familiar. Por su bagaje docente, nos explicaba las
cosas como si fuéramos alumnos de un instituto global, cosa muy
necesaria en esta sociedad alienada en la que la mayoría de nosotros
tenemos la misma capacidad de atención que los peces. Nos regañaba
por no ser críticos, por no exigir y por no ver lo obvio.
Muchas gracias por estar ahí, por
hacernos pensar y por hacernos cambiar. Mis respetos.
Pongo dos enlaces, uno el del
documental de la obsolescencia programada y el otro una las ultimas
conferencias de Julio. Recomiendo el visionado atento de ambas.
Salud a todos.
Queda claro que llevando este rumbo, homo sapiens será el último del género homo.
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