El jefe del estado le ha dado a su hija el toisón de oro y
las redes han ardido de indignación. La verdad es que no entiendo esa
indignación, es un título de reyes para reyes, la única incógnita era cuando lo
iba a recibir. Quizás lo ha recibido demasiado pronto, pero el jefe de estado
quería mandar un mensaje con esa concesión.
El mensaje es que ya no se folla en la casa del rey, o dicho
más fino, que no van a tener un hijo. Se ve que no quieren movidas sucesorias
machistas en estos tiempos convulsos. Así que con lo católicos que son los
jefes del estado, debemos presuponer que no van a usar medios anticonceptivos. Por lo tanto no es descabellado pensar que el jefe de estado a partir de ahora hará
como su padre, fornicar con todas menos con su señora esposa.
La verdad es que a mí me la sopla con quien fornique el jefe
del estado. Pero me hace gracia que nos quieran dejar tan claro el que la hija primogénita va a ser la futura reina.
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