Hay un artículo que he leído en el blog del viejo topo, que
me ha generado un serio conflicto, no por el hecho en sí, que está claro. Si no
por las implicaciones ideológicas. ¿Se puede ser un violador y a la vez un
referente moral en otros ámbitos?
Estoy empezando la casa por el tejado, Neruda escribió una
autobiografía que se publicó después de su muerte, en ella relata un episodio
sucedido en 1927 en Ceilán, cuando era cónsul de Chile. Reproduzco el texto en
cuestión:
“Mi solitario y
aislado bungalow estaba lejos de toda urbanización. Cuando yo lo alquilé traté
de saber en dónde se hallaba el excusado que no se veía por ninguna parte. En
efecto, quedaba muy lejos de la ducha; hacia el fondo de la casa.
Lo examiné con
curiosidad. Era una caja de madera con un agujero al centro, muy similar al
artefacto que conocí en mi infancia campesina, en mi país. Pero los nuestros se
situaban sobre un pozo profundo o sobre una corriente de agua. Aquí el depósito
era un simple cubo de metal bajo el agujero redondo.
El cubo amanecía
limpio cada día sin que yo me diera cuenta de cómo desaparecía su contenido.
Una mañana me había levantado más temprano que de costumbre. Me quedé asombrado
mirando lo que pasaba.
Entró por el fondo de
la casa, como una estatua oscura que caminara, la mujer más bella que había
visto hasta entonces en Ceilán, de la raza tamil, de la casta de los parias.
Iba vestida con un sari rojo y dorado, de la tela más burda. En los pies
descalzos llevaba pesadas ajorcas. A cada lado de la nariz le brillaban dos
puntitos rojos. Serían vidrios ordinarios, pero en ella parecían rubíes.
Se dirigió con paso
solemne hacia el retrete, sin mirarme siquiera, sin darse por aludida de mi
existencia, y desapareció con el sórdido receptáculo sobre la cabeza,
alejándose con su paso de diosa.
Era tan bella que a
pesar de su humilde oficio me dejó preocupado. Como si se tratara de un animal
huraño, llegado de la jungla, pertenecía a otra existencia, a un mundo
separado. La llamé sin resultado.
Después alguna vez le
dejé en su camino algún regalo, seda o fruta. Ella pasaba sin oír ni mirar.
Aquel trayecto miserable había sido convertido por su oscura belleza en la
obligatoria ceremonia de una reina indiferente.
Una mañana, decidido a
todo, la tomé fuertemente de la muñeca y la miré cara a cara. No había idioma
alguno en que pudiera hablarle. Se dejó conducir por mí sin una sonrisa y
pronto estuvo desnuda sobre mi cama. Su delgadísima cintura, sus plenas
caderas, las desbordantes copas de sus senos, la hacían igual a las milenarias
esculturas del sur de la India. El encuentro fue el de un hombre con una
estatua. Permaneció todo el tiempo con sus ojos abiertos, impasible. Hacía bien
en despreciarme. No se repitió la experiencia.”
Es evidente que Neruda está relatando una violación. Aunque
ciertos miembros del colectivo masculino lo duden, esto es una violación. Nada
tiene que ver lo relatado aquí con el sexo a desgana que todos hemos tenido
alguna vez. Esto no tiene nada que ver con que tu pareja te despierte a las
tres de la mañana tocándote los cojones (literalmente), cuando tú te tienes que
levantar para trabajar a las seis. El sexo a desgana lo tienes con alguien a
quien quieres y en nada se parece a una violación.
Una vez dejado claro este aspecto, pasemos a si lo escrito
es real o no. Si es una representación onírica de los recuerdos o es un relato
de lo que sucedió. Dicen ciertas personas que el poeta poetizó y lo poetizado
son sentimientos y no realidades. Tratándose el texto de una autobiografía que
relata la vida del artista, no creo necesario explicar nada. Es real.
Dicho esto, retomo mi pregunta inicial. ¿Se puede ser un
violador y a la vez un referente moral? Está claro que nadie es perfecto, todos
cometemos errores y si solo nos guiaran seres perfectos, solo habría guías
mentirosos. Pero hay errores y errores, este es de los gordos, de los que
claramente condicionan por si mismos.
No me vale la excusa del contexto histórico, el contexto histórico
lo tenía también en otros aspectos y sin embargo en esos otros aspectos era
diferente a todos. Era una persona que entendía a los desheredados.
Creo que la clave aquí está en si hay arrepentimiento y propósito
de enmienda. Si lo hay, el hecho es igual de grave, pero demostraría tener
conciencia y empatía.
Mirad, no sé. Joder con los mitos caídos. Todo esto o cosas parecidas
ya me las planteé con la homofobia del Che y llegué a la misma conclusión. Que
no es excusa el que en esos años todos fueran homófobos. Pero que es evidente
que todos tenemos fobias, nadie es perfecto y que si usamos un tamiz demasiado
denso nadie pasaría por él.
No sé responder a esa pregunta.
Neruda estaba con los desheredados,pero poseía mucha sensibilidad hacia la la igualdad de género. De toda la Izda, Bebel fue el único que lo tuvo claro. Los demás incluso teorizando, su conducta deja mucho que desear. La violación se enmarcará en ese asqueroso pensamiento "a ellas les gusta". También casado con Delia del Carril, fue durante años amante de Matilde Urrutia, con casa puesta, como cualquier burgués, la casa se conserva como museo (está en Santiago de Chile) y se llar La Chascona, viene del quechua, en homenaje a ella que tenía cabellera abundante y despeinada. Contradicciones.
ResponderEliminarPerdón Javi, quise decir : no poseía mucha sensibilidad..
ResponderEliminarPues si, contradicciones. Por suerte hoy casi todos tenemos claro que tan importante es la lucha de clases como la de genero. Se tienen que abordar de diferente manera, pero se tienen que abordar a la vez.
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