A estas alturas,
todos sabemos que la seguridad social se financia en su mayoría de las nóminas
de los trabajadores. Un porcentaje lo vemos en la nómina y otro no lo vemos. Nos
cuentan para quedar bien, que un porcentaje le paga el trabajador (el que
vemos) y otro el patrono (el que no vemos). Pero no os confundáis, todo sale de
nuestro jornal.
Sabemos también, que hoy las pensiones se financian con esos
aportes que hacemos a la seguridad social y sabemos que hoy la seguridad social
es deficitaria. Los motivos de ese déficit son muchos: los bajos sueldos, las
medias jornadas, las horas de trabajo remunerado pérdidas, el alto paro,…
Muchos.
Hoy me quería detener en uno de ellos, uno que apenas es
mentado en los medios. Las deducciones que tienen los empresarios a la parte
del pago a la seguridad social que no vemos en la nómina, la que nos dicen que
pagan ellos. Esas deducciones se pusieron en marcha para fomentar la
contratación, para que gracias a esas deducciones los empresarios contrataran a
los grupos sociales que tienen más difícil encontrar trabajo. Pero en la práctica
son una excusa para que los ingresos a la seguridad social se desplomen, para
que el patrono reduzca sus gastos laborales sin que se note.
Hoy hay deducciones a la cuota que pagan los patronos a la
Seguridad Social por casi todo. Si el patrono contrata a un joven tiene
deducción a las cuotas (hoy se es joven hasta los 35 años), si el patrono
contrata a un mayor tiene deducción a sus cuotas (se considera mayor a estos
efectos a partir de los 45 años). Si el patrono contrata a alguien que cobra
alguna prestación por desempleo tiene deducción a las cuotas, si contrata a
alguien que lleva más de un año apuntado al paro tiene deducción a las cuotas,
si contrata a una persona con más de un 33% de minusvalía tiene deducción a las
cuotas, si contrata al cabeza de familia de una familia monoparental tiene
deducción a las cuotas, si contrata… La lista es interminable, lo que es
realmente difícil de encontrar es alguien que no entre en alguno de los supuestos.
Pero eso no es todo, hay ayudas directas a ciertos tipos de contratación (que
salen de las arcas de la SS), algunas de mucho dinero.
Esas deducciones no son para siempre duran un tiempo, un año
la mayoría. Con lo cual, por motivos evidentes, se fomenta la temporalidad.
Despides al trabajador cuando acaba la deducción y contratas a otro para seguir
la rueda.
¿No es evidente que aplicando su lógica económica, en estos
momentos de déficit en la seguridad social, se tendrían que limitar esas deducciones? Pues
nadie se lo plantea si quiera. El planteamiento que cobra fuerza hoy es el
sistema mixto, la puta colaboración público privada que solo sirve para que nos
roben y no hundan en la miseria.
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