Miseria.

Pobreza: Escasez o carencia de lo necesario para vivir.

Miseria: Pobreza extremada.

¿Por qué empiezo con estas dos definiciones? Porque los medios nos dicen que la anciana asesinada en el incendio de Reus sufría pobreza energética. Y no es eso lo que sufría, lo que sufría es miseria energética.

Pobreza energética es no hacer asados porque el coste de tener el horno encendido durante hora y media es excesivo, pobreza energética es comprar las lentejas y los garbanzos ya cocidos porque la cocina gasta demasiado, pobreza energética es tener frío en casa y ponerse un abrigo porque encender la calefacción es muy caro. Eso es pobreza energética. Pero no tener suministro eléctrico en casa no es pobreza, es miseria.

Nos dicen que cinco millones de personas sufren esa miseria energética en nuestro país, uno de cada diez. ¿Cuántos sufrirán pobreza energética? No lo sé, porque los medios utilizan eufemismos cuando hablan de estas cosas. En invierno, día si y día también, los medios locales nos informan de incendios en viviendas, al menos en Sevilla es así. Esos incendios están provocados por la pobreza en la mayoría de los casos, estufas de leña improvisadas porque no hay otro medio para calentarse, braseros antiguos en mesas camilla, instalaciones eléctricas obsoletas que no se pueden renovar,… Muchas casuísticas, pero todas con un denominador común, la falta de recursos, la pobreza.

Todos esos incendios se quedan siempre en el ámbito local, pero estos días uno de ellos ha pasado al ámbito nacional y ha sido porque Pablo Iglesias y Alberto Garzón le han dado difusión. Lo ponen en su tuiter y los medios no tienen más remedio que hablar de ello. Me congratulo de ello, me alegro, ojalá lo hicieran más. Ojalá pusieran en su tuiter todas las miserias que sufrimos, todos los abusos, y ojalá nos contaran el porqué de esas miserias.

Pero les cuesta hablar de esas cosas, Iglesias prefiere poner anuncios de porno y Garzón prefiere hablar de izquierda pija y de gatetes y perretes. Son lo mejor que hay en el parlamento hoy, ese es el nivel de la política parlamentaria, discusiones tabernarias mientras la gente vive en la miseria.