Este fin de semana han pasado dos cosas
en Andalucía que quiero comentar.
Ha habido una manifestación fascista
en Sevilla, que ha sido respondida con una manifestación anti
fascista que pretendía cortarlos el paso. Ante esto la policía ha
defendido el derecho de manifestación de los fascistas cargando
contra todo lo que estaba al otro lado. La policía ha generado una
situación de pánico generalizado, los turistas eran arroyados por
los agentes y todos los viandantes se tuvieron que refugiar en donde
pudieron mientras los policías arrasaban con marquesinas, niños y
ancianos. Las tiendas tuvieron que cerrar las persianas refugiando
dentro a los que pudieron entrar en ellas, fuera la policía golpeaba
sin piedad a todos los que se ponían al alcance de sus porras.
Esto ha generado distintas reacciones
de los distintos políticos, pero tengo que decir que discrepo de
todas esas reacciones, incluidas las de los políticos que están mas
a la izquierda. Pienso que todos tienen derecho a manifestarse, en
ese todo incluyo a los fascistas, por lo tanto considero legitimo que
esos señores se manifiesten. Así mismo considero legitimo y lógico
que las personas que entendemos el fascismo como una aberración lo
mostremos y lo hagamos saber, y por lo mismo considero a los
antifascistas con derecho también a manifestarse. Aunque tengo que
decir que me parece buscar una confrontación innecesaria, yo hubiera
convocado al día siguiente la manifestación de repulsa. Lo que si
me parece lamentable es la actuación de la policía nacional,
actuaron como la punta de lanza de los fascistas, no parecían
policías, parecían camisas negras limpiando de ciudadanos las
calles para que pasaran sus cachorros rabiosos. Los políticos del PP
defienden las decisiones de su delegada del gobierno (responsable última de la actuación policial) y les parece muy
bien todo esto, cada día tengo menos dudas de que el PP es un
partido fascista.
La segunda cosa que quería comentar es
el escrache que ha sufrido la presidenta regional en Malaga. Al
parecer, Susana Díaz tenía una serie de actos, para gestionar los
temas de seguridad pasó a la delegación del gobierno toda su
agenda, la delegación en vez de gestionar la seguridad pasó esos
datos a sus compañeros alcaldes del PP, estos esperaron a la
presidenta en el hotel (del que al parecer tenían hasta el número de habitación) haciéndola escraches,
llegando incluso a intentar agredir a la presidenta insultándola y
golpeando el coche en el que viajaba. Alcaldes comportándose como violentos ciudadanos de a pie, yo muy lógico no lo veo.
El ministro del interior dice que tan
malo es lo de la PAH como esto y que ellos, los del pacto de
gobierno, defendían los escraches de la PAH, así que que ahora no
se quejen. ¿Que podemos decirle al ministro ante estas palabras?
Poco, si no sabe ver la diferencia que hay entre un cargo público y
un ciudadano al que le han robado la casa no le podemos decir nada.
Preocupante todo, el PP cada día está mas claro que ha perdido el
norte, o que nunca lo tuvo.
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