En este mundo no cabemos todos, eso está claro. El motivo no
es que la comida sea insuficiente o que los humanos vivamos hacinados. El
motivo es que unos pocos quieren lo que debería ser de todos.
La historia está llena de ejemplos criminales, empezando por
los romanos y su “culturización” de los pueblos “inferiores”. Siguiendo por las
cruzadas y su “conversión” de los pueblos “inferiores”. Pasando por la “colonización”
de América y su exterminio a los pueblos “inferiores”. Todos estos genocidios
tienen un denominador común, un patrono (noble, clérigo, etc…) quería esa
tierra y le sobraban las gentes que vivían en ella.
Hoy se repite en muchos lugares del mundo ese criminal
comportamiento, en África, en Asia, en América, en Europa. La gente se muere de
hambre en países que tienen unos recursos naturales impresionantes. Matan a
familias enteras solo por tener su casa en un lugar goloso para los miserables.
Somos una civilización con malos mimbres que ha ido
amputando todo lo que había de bueno en ella. Agradezco vivir en un lugar que
no tiene nada que quieran esos miserables que hoy todo lo pueden y me
solidarizo con las personas que no tienen esa suerte.
Los palestinos están muriendo hoy, mientras escribo, los
ucranianos, los etíopes, los libios....
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