lunes, 21 de julio de 2014

Patronos subvencionados.


Pues bien, ya se sabe el porqué de esas muertes y la justicia se ha puesto en marcha. Han imputado a dos personas físicas y a dos personas jurídicas (a dos empresas).

Os cuento como llegaron a intoxicarse esas personas. Los agricultores en sus campos y en los almacenes de grano utilizan venenos industriales para que los insectos no se coman las cosechas. Una vez utilizados los venenos, los envases no pueden tirarse a la basura, así que los agricultores llaman a una empresa de tratamiento de residuos, que previo cobro se llevan los envases para reciclarlos. Esa empresa recibe una generosa subvención de la junta de Andalucía por su labor en defensa del medio ambiente.

Pues bien, la empresa que nos ocupa en vez de tratar los residuos, lo que hacía es vender al peso a una chatarrería los envases del veneno, así que cobraban tres veces por no realizar ningún trabajo. Los tapones acabaron en casa de la familia a través de la chatarrería, al ser lo que más pesa del envase es lo que más vale.

Bien, el juez ha imputado a las dos empresas, que es lo mismo que decir a nadie, ya que si se abandona la persona jurídica no se puede ir a por las personas físicas que la componían, al menos es así si hablamos de impuestos. Pero también ha imputado a dos personas, una el responsable de la chatarrería y otra una empleada de la empresa de tratamiento de residuos.

Las imputaciones a las personas físicas me han resultado muy curiosas, la chatarrería al ser una empresa con un patrón no subvencionado se imputa al jefe. La empresa de tratamiento de residuos, al ser un patrón subvencionado, se imputa a un empleado. ¿Me pretenden contar que una administrativa vendía toneladas de envases vacíos a una chatarrería sin el conocimiento de sus jefes? Más bien lo que pasaría es que los jefes subvencionados obligaban a la empleada a hacer las cosas así y la pobre empleada a tragar y a hacer lo que le mandasen para no acabar en el paro y estigmatizada.


Lo que pasa hoy en este país es de vergüenza, patronos corruptos compran a políticos y jueces con las subvenciones que los mismos políticos les dan, con nuestro dinero.

2 comentarios:

  1. ¡Que bien está hecha la ley¡, las grandes empresas están siempre subvencionadas. Es otro modo de aforamiento. Hay que darle publicidad a eso

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  2. ¿Lo peor sabes qué es? Que todos los medios de comunicación cuentan lo mismo que yo, pero ellos le dan otro matiz.

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