Desde pequeñito aprendí que no siempre es lo mismo lo que
dices que lo que quieres decir.
Lo peor de utilizar símiles para facilitar el mensaje, es
que este se puede mal interpretar, en realidad el símil puede tener otro
significado diferente que el que tú le quieres dar. Algunos políticos hoy, se piensan
que todos somos gilipollas, por eso tienden a utilizar símiles. Van desde las
chuches de Rajoy hasta los moscones en un bar de Iglesias.
Hoy en el ventano he leído un artículo sobre Echenique, de
una entrada que escribió en su blog hace tiempo. http://elventano.blogspot.com.es/2014/10/pablo-echenique-hace-unos-anos-era.html?utm_medium=facebook&utm_source=twitterfeed.
Yo tengo algo en común con Echenique y Pablo Iglesias, me encanta la literatura
fantástica y de ciencia ficción.
Como Echenique, yo tampoco he leído a Marx, ni a Gramsci, ni
a Lukács, ni a Bakunin, ni a Kropotkin,… Pero a diferencia de él, yo nunca he sido
neoliberal, siempre me he preguntado el porqué de las cosas y siempre he dudado
de lo que me decían los grandes medios. La culpa de no haber sido liberal la
tiene en buena parte el haber leído cierta literatura de ciencia ficción.
Recuerdo cuando leí Metropolis, recuerdo lo que esa novela
me hizo pensar. Estos días esa novela vuelve con recurrencia a mi mente, pese a
que apenas me acuerdo de ella por el largo tiempo que hace que la leí. Pero
recuerdo las sensaciones, aunque apenas recuerde el argumento.
Creo que la voy a releer.
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