miércoles, 17 de julio de 2013

Reality y Lucía.


Ando aun en estado de shok por la participación de Lucía en el reality de telecinco, tan en estado de shok ando que estoy viendo ahora mismo un programa de esos que ni son de noticias, ni son de cotilleo, ni son de nada. Haciendo un zaping por las diferentes cadenas vi: en un rato vamos a hablar del campamento de verano y como ese es el reality en cuestión, dejé puesta la cadena.

De eso hace casi dos horas y aun no han hablado del reality de mierda. Eso si, han hablado de niños en congeladores, han entrevistado a la madre de Marta del Castillo, han hablado de la fornicación de uno con otra que estaba casada con aquel y que a su vez este fornico con otro que fornicaba con aquello, tela. Ahora mismo estoy viendo a Dinio contando cosas, pero del reality nada. Solo otro anuncio de que van a hablar de ello ahora.

¿Como puede la gente ver estas cadenas? En fin, dimito, lo dejo, ya me enterare o no del concurso ese. Eso si, os dejo un extracto del último libro de Lucía “liquidación por derribo”:






    La politización de las instituciones públicas

    Las Administraciones más proclives a la corrupción son aquellas con un mayor número de empleados públicos que deben su cargo a un nombra- miento político. En este sentido, el contraste entre España y los países europeos con niveles bajos de corrupción es como para echarse a llorar.

    En una ciudad europea de cien mil a quinientos mil habitantes puede haber, incluyendo al alcalde, dos o tres personas cuyo sueldo depende de que el partido x gane las elecciones.
    ...
    En España, el partido que controla un gobierno local puede nombrar multitud de altos cargos y asesores, y a la vez tejer una red de empresas (público-privadas), agencias, fundaciones, etc., que dependen de la discrecionalidad política del gobernante.

    En total, en una ciudad media española puede haber cientos de personas cuyos salarios dependen de que el partido x gane las elecciones.

    Esto genera diversos incentivos perversos para la corrupción:

    1. Porque los empleados públicos con un horizonte laboral limitado por la incertidumbre de las próximas elecciones son más propensos a aceptar o a solicitar sobornos a cambio de tratos de favor que los empleados públicos con un contrato estable.

    2. En otros países de Europa, los políticos locales están forzados a tomar decisiones junto con funcionarios que estarían dispuestos a denunciar cualquier sospecha de trato de favor. Pero en España toda la cadena de decisión de una política pública está en manos de personas que comparten un objetivo común: ganar las elecciones. Esto hace que se toleren con más facilidad los comportamientos ilícitos.

    3. Por otra parte, al haber mucho más en juego en las elecciones, las tentaciones para otorgar tratos de favor a cambio de financiación ilegal para el partido son también más elevadas.

    El tipo de gobierno local que predomina en España, en el cual un solo cargo electo —el alcalde y su mayoría de gobierno— acumula mucho poder, lleva a despropósitos tales como que en una ciudad de veinte mil habitantes se pueda recalificar un asentamiento romano para construir un complejo de cuatro mil viviendas (hablo de Altea, pero podría hablar de muchos otros sitios).

    Extracto del libro LIQUIDACIÓN POR DERRIBO de Lucía Etxebarria




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