Estoy atascado, me
pasa a veces. Hay algo que ronda por mi cabeza durante días (ya sabéis como
soy), de lo que no puedo o no quiero escribir y me atasco para los demás temas.
Ya se me pasará.
La tensión con Rusia sube y baja, pero hace ya mucho tiempo
que está ahí. Ahora hemos tenido un nuevo capítulo con el veto y el no veto a los atletas rusos
en las olimpiadas. Hoy quisiera recuperar un artículo que escribí hace casi dos
años, cuando era militar y escribía para “ANEMOI” en “rebelión”. El artículo lo
firmé con el seudónimo de “alas republicanas” y contó con la inestimable ayuda
de “Marat”.
Por cierto, creo que voy a colaborar con el EEC activamente,
me estoy leyendo toda la documentación antes de dar el paso. Que la información
es muy importante. Os dejo con el artículo:
Lo que no nos cuentan del conflicto en Ucrania
Alas Republicanas
Rebelión
Hay cosas que si no nos las cuentan, no somos conscientes de
ellas.
Los medios le dan la misma cobertura a Siria que a Ucrania,
dicen las mismas cosas de Ucrania que de Irak, acapara los mismos titulares y
los mismos análisis Ucrania que Libia. Cuentan las mismas mentiras de Ucrania
que del resto del mundo.
Pero lo que pasa en Ucrania no se parece en nada a lo que
pasa en cualquier otro lugar del mundo, más que nada por la magnitud y por
nuestra implicación como país, pero como no nos lo cuentan, no somos
conscientes de ello.
Conviene pues que tengamos claro lo que representa el
conflicto ucraniano para nosotros y para el resto del mundo.
Primero un pequeño apunte histórico. Nos dicen que Ucrania
vivía oprimida en los tiempos de la URSS, pero no nos dicen que la mayor parte
de Ucrania pertenecía a la Rusia zarista y que el resto pertenecía al imperio
austro húngaro antes de la revolución de octubre. Después de la revolución,
Ucrania se convirtió en una república socialista y vio aumentado su territorio
en sucesivas ampliaciones; la última la hizo un presidente de la URSS que era
ucraniano, la de Crimea. Ucrania pertenecía a la ONU y dio presidentes a la
URSS, así que no parece en principio que fuera una república muy oprimida,
parece incluso menos oprimida que otras nacionalidades del mundo.
Un inciso. En España, hace 150 años que no hay un presidente
catalán. Pi i Margall, lo fue de la I República durante poco más de un mes, y
jamás ha habido en este país un presidente del gobierno que fuera vasco.
Tras el fracaso de la revolución naranja proOTAN y apoyada
desde el imperialismo USA, servicios secretos y agencias injerencistas (OTPOR
entre ellos), los posteriores gobiernos, que continuaron la corrupción y las
privatizaciones de lo público iniciado por Kravchuk, no fueron capaces de
insertar a Ucrania en el mundo de un modo respetuoso con la realidad de que una
parte del país se sentía rusa. La explosión en Kiev de la revuelta del Maidan
bebió en las fuentes fascistas de Estephan Bandera, el colaborador de los nazis
ocupantes de la URSS en la II GM. Lo que vino después fue la debacle del país y
ruina económica del país, la prohibición de partidos políticos contrarios a la
involución política del nuevo gobierno, entre ellos el Partido Comunista
Ucraniano, asesinatos de militantes de izquierdas y sindicalistas y la amenaza
de un nuevo pogromo contra la comunidad judía, con el apoyo USA y la comprensión
o el dejar hacer de los países de la UE.
Tenemos pues un gobierno ilegítimo apoyado por la OTAN, al
que se le han rebelado dos regiones autónomas, regiones que tienen una mayoría
de habitantes rusos. Estás regiones no son independentistas, lo que han
solicitado es la incorporación a Rusia, como en su día solicitó y consiguió
Crimea. Pero en este caso Rusia no ha incorporado a esas regiones, lo que ha
dado lugar a una guerra civil. La revuelta del Donbass debe ser entendida en
clave no sólo de cultura e identidad rusa en la zona, sino fundamentalmente de
la memoria antifascista en esas partes del territorio de la República de
Ucrania respecto al pasado de la II GM y al presente que la población de esas
regiones ve resucitar de dicho pasado. La cuestión no es que sean federalistas,
independentistas, partidarios de la anexión a Rusia, sino que se trata de
comunidades que se sienten amenazadas por el nuevo gobierno y constatan en
forma de agresión virulenta esas amenazas. Y esas amenazas y agresiones contra
los habitantes del Donbass o Novorossia se llevan a cabo con dinero, logísticas
de países de la OTAN y contratistas (mercenarios USA y británicos).
Esta guerra civil dista mucho de ser un conflicto local, ya
que EEUU quiere entrar en Ucrania para acogotar a Rusia, que se está
convirtiendo otra vez en una potencia económica seria. Para poder tener
legitimidad para entrar, está acosando a Rusia con todos los medios de los que
dispone y acusando a Rusia de haber hecho las mismas cosas que hacen Ucrania y EEUU.
Acusaron a Rusia de haber derribado un avión de pasajeros
que aparentemente derribó el gobierno fascista de Ucrania. Acusan a Rusia de
vender armas a uno de los bandos en conflicto, cuando es EEUU la que lo hace
con el gobierno ilegitimo de Ucrania. Acusan a Rusia de entrar en territorio
ucraniano, cuando es Ucrania la que ha entrado en territorio ruso y ha
bombardeado territorio ruso. Ponen sanciones económicas a Rusia por su
alineación en el conflicto (la realidad es que son por su no alineación). Pero
a día de hoy, ni los expertos que investigan la catástrofe del vuelo MH17 de
Malaysia Airlines ni el gobierno ucraniano han sido capaces de presentar
pruebas contra Rusia, cuando hay muchos datos que señalan en sentido contrario:
hacia la responsabilidad del gobierno ucraniano.
Vemos pues que hay una intensa acción por parte de la OTAN
para meter a Rusia en el conflicto, tan intensa es que creo que lo van a
conseguir, ya que en estas cosas no es cierto el dicho de que dos no se pegan
si uno no quiere.
Todo esto se puede más o menos leer en todos los medios de
comunicación; lo que no se lee en ningún lado es lo que supondrá para España en
concreto el que Rusia entre en la guerra ucraniana. Si EEUU entrara en guerra
con Rusia, España, como miembro de la OTAN entraría en conflicto también y esta
vez no valdría con mandar dos barcos o cinco aviones, como se ha hecho en otras
ocasiones. Hablaríamos de una guerra en toda regla, contra un país que tiene un
potencial atómico como para destruir tres veces el mundo y un ejército capaz de
invadir toda Europa.
Hablamos pues de que entraríamos en una guerra total contra
un país que llegado a un punto, usaría su arsenal nuclear contra nosotros;
porque no nos engañemos, esas bombas no se han hecho solo como medida de disuasión.
Sobre todo si otro de los contendientes atacara a Rusia con armas nucleares.
Cosa que EEUU ya ha hecho sobre ciudades llenas de gente en Japón.
Para ser más concretos, estamos hablando de que nuestro país
sería contendiente en una guerra que dejará a la segunda guerra mundial como un
conflicto menor y en el que morirían la mayoría de los habitantes de nuestro
país. Por eso es importante que nos empecemos a movilizar contra la guerra;
pero para que esa movilización se produzca tenemos que tener claro lo que hay.
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