domingo, 31 de julio de 2016

Pokemon

 Hoy os iba a hablar de la política económica que llevará acabo el nuevo gobierno y de las posibilidades que hay de formar un gobierno alternativo al del PP. Pero es que no tengo ganas de hablar de esas cosas. Y es que hoy estoy feliz. Parece que el universo se ha alineado para que todo vaya bien.

Así que mejor hoy y sin que sirva de precedente, le voy a hacer publicidad a una multinacional. Mucho he leído estos días sobre los “pokemon”, yo creo que no hay nadie en este país que no haya escrito en las redes sociales sobre el puñetero juego. Pues bien, yo no quiero ser una excepción y hoy os voy a hacer una confesión. Yo juego a los pokemon y peor aún, me gusta.

El juego es muy simple, se trata de salir a la calle, andar y atrapar pokemones, una especie de animales que luchan entre ellos. Dicho así, la verdad es que el juego no parece gran cosa. ¿Verdad? Pero para atrapar los pokemones necesitas pokebols, unas pelotitas que se lanzan donde está el pokemon, si das a un pokemon con una pokebol le atrapas. Por lo tanto las pokebol se van gastando y tienes que conseguir más. ¿Dónde las consigues? En unos puntos fijos que hay distribuidos por la ciudad. Esos puntos están en edificios destacados, esculturas, iglesias, centros comerciales, etc… Aquí empieza la gracia del juego.

Yo no juego solo, juego con mi hija. El primer día que tuvimos la aplicación salimos por utrera, nos la recorrimos entera, salimos a las diez de la noche y regresamos más tarde de la una, todo el rato andando (excepto una pausa que hicimos para tomar un helado). Descubrí cosas que no conocía del pueblo y además a mi edad es un buen ejercicio el andar tres horas, a la peque tampoco le viene mal. Salimos unos días más por Utrera y hace tres días nos fuimos a Sevilla, dejé el coche en Nervión y recorrimos la Plaza de España y alrededores, más de diez kilómetros andando. Pero es que ayer nos fuimos a pasar el día a la playa, a Cádiz y después de bañarnos durante horas, nos fuimos al casco antiguo a cazar pokemones. Vimos el puerto, el teatro Falla, un parque precioso… Un montón de cosas. Todo siguiendo los puntos del juego.

Esta semana he andado más que en años. Solo por eso merece la pena el juego. Pero tiene otra ventaja, cuando inicias el juego se abre un mapa GPS, tú estás siempre en el centro de ese mapa y el mapa se mueve contigo según andas. En la esquina del mapa hay una brújula que te indica donde está el norte en el mapa (ya que al mapa le puedes girar como quieras). Pues bien, esto le viene genial a la peque para aprender a situarse en un mapa y para aprender rudimentos de orientación. Vemos un punto de interés y yo le digo; vamos a este. ¿Por dónde? Y ella traza la ruta, la caga más veces que las que acierta, pero vamos avanzando.  

Después el juego tiene otra vertiente, que es la de los equipos, los gimnasios y las batallas. Eso aún no lo controlamos bien, siempre que hemos entrado a un gimnasio nos han puesto las pilas. Tiempo al tiempo, pronto seremos los luchadores más dañinos del sur.


En fin, que el juego está bien y no entiendo la inquina que tenéis todos con los pokemon. Hay miles de juegos mucho peores. Sí que es cierto que hoy los puntos del juego son puntos de interés, pero pronto serán las tiendas que paguen, yo le veo muchas posibilidades a eso. Ya que el juego tiene otro detalle, cada cierto tiempo un punto de interés se pone como con pétalos callendo, eso quiere decir que ese punto, durante treinta minutos, atrae pokemons. Por lo tanto, cuando un punto se pone con pétalos se llena de gente. 

1 comentario:

  1. Pues gracias a ti, ya sé más de ese juego y como tú dices, si encima andas, te mueves, haces ejercicio, interactuas con los hijos... es algo muy inocente, pues claro que hay juegos mucho peores, que son para estar dentro de casa destrozando coches, atropellando.... esos sí que son una gansada.Que disfrutes el último día de agosto...

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