El gobierno prevé muchas
cosas, prevé que el paro va a bajar, prevé que la economía va a crecer, prevé
que el comercio va a subir, prevé que las exportaciones se van a disparar,
prevé que la producción industrial va a subir, que el déficit va a bajar,…. De
hecho nos cuentan que las cosas ya están mejorando, que el paro ya está
bajando, que la demanda ya está subiendo, que el déficit ya está bajando. Llegando
incluso a decirnos que las familias son más ricas que antes de la crisis.
Se ríen de nosotros.
Todas esas afirmaciones se caen en cuanto salen los datos oficiales
que ellos mismos manipulan. El paro efectivamente ha bajado, pero hay ciento ochenta
mil empleados menos. La demanda interna se habrá reactivado, pero el comercio
minorista ha tenido la enésima bajada, un 0,5% este mes, a sumar a los siete años
de bajadas continuadas. El producto interior bruto ha crecido sí, pero porque
han metido las actividades delictivas en su computo. El déficit efectivamente
baja, pero como visteis en la entrada anterior, lo hace a expensas de subir la
deuda de forma astronómica, pan para hoy y hambre para mañana. Llegamos a la
afirmación de que somos más ricos que antes de la crisis. ¿Hace falta decir
algo sobre esa afirmación? Digamos solo que son mucho más ricos unos pocos y
más pobres el resto, es lo que tienen las medias, si yo gano quince y tú uno,
ganamos de media ocho cada uno.
Se ríen de nosotros.
Pero hoy quiero destacar otro dato que ha venido en ayuda
del gobierno en estos momentos en los que tanto necesita esa ayuda. La inflación
ha subido el mes pasado un 0,5%, alejando “definitivamente” el fantasma de la
deflación, ya que la inflación se pone en un estratosférico 0,3% interanual. El
motivo de la subida ha sido el turismo, que ha hecho subir los precios de los
servicios, ya que todo lo demás ha bajado o se ha mantenido estable.
En esto de la deflación y la inflación me tiene un poco mosca.
Yo creo que estamos en un escenario deflacionario desde hace unos cinco años,
lo que pasa es que no es oficial, no interesa. Lo malo es que al no admitirlo,
no se pone remedio a la situación y esta se va agravando más año a año. Para mí
lo que ha sido clave para no estar en un escenario deflacionario oficial han
sido las subidas de impuestos, los precios de la gasolina y la electricidad, y sobre
todo la exclusión de determinados bienes de consumo del cómputo.
Como veis se ríen de nosotros con cada dato que dan, con
cada estadística, con cada intervención. Hay que darles una lección, hay que
votar en masa, pero no al PP ni al PSOE. Recordad que cada abstención es una
ventaja para ellos, por eso el PP la potencia diciendo que todos son iguales.
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