Hoy la revolución bolivariana está en boca de todos por unas
declaraciones que hizo Felipe González sobre podemos. Dando a entender que
podemos es muy malo por ser bolivariano. Yo por mi parte aún no sé qué partido
tomar respecto a podemos, estoy muy desconcertado, el tablero de juego ha
cambiado demasiado y tengo que estudiar la nueva configuración. Ya os contaré
cuando vea las cosas claras.
Pero regresemos al bolibarianismo. Llevo días rumiando sobre
la revolución bolivariana, mastico y mastico los datos para entender porque
odian tanto los medios patronales al sistema venezolano y porque un teórico
socialista ve tan mal a Maduro y sus políticas.
Hoy un blog friki me ha hecho entenderlo todo de golpe, todas las piezas han encajado en su lugar como si de una construcción de TENTE se tratara. Hace años en España había aranceles, estos aranceles dificultaban
la entrada de productos extranjeros en el comercio nacional y además proporcionaban
buenos dineros al estado en impuestos. Hace años en España el estado construía
casas, casas que eran vendidas a precio de coste. Hace años en España no había
ERE,s, si una gran empresa quebraba el estado la expropiaba y reflotaba. Hace
años el estado era el mayor tenedor de industrias. El estado además era el que
nos suministraba el teléfono a bajo coste, la luz a bajo coste, el agua a un
precio ridículo, el estado controlaba la importación y el refinado de gasolina.
El estado era dueño de la mayoría de los medios de transporte.
Esa apuesta del estado por la industria nacional logró que España
fuera una de las principales productoras de juguetes del mundo, una de las
principales productoras de ropa, de aceite, de zapatos, de barcos, … Hoy nos
cuentan que los costes laborales son los que restan competitividad a nuestras
empresas, en los tiempos de los que hablo nos contaban que era el coste de los
servicios lo que restaba competitividad. En esos tiempos España era el décimo
país en industrialización. Pero claro, eran los tiempos en los que occidente
luchaba contra el comunismo, tiempos que nuestro país solo conoció en su ocaso
por culpa de Paquito. En toda Europa se hacían las cosas igual, por ejemplo, en
Alemania más del 50% de la banca era del estado.
El comunismo ruso cayó y en España se empezó a hablar de
globalización, de que somos uno, de que si se eliminaran los aranceles nuestra
industria podría vender en todo el mundo. Llego una reconversión industrial para
modernizar nuestra industria. Se cerraron o vendieron las empresas del estado
para favorecer la competencia, que los precios bajaran y la calidad subiera. El
estado es ineficaz nos decían. Llegaron tiempos en los que nuestro país se convirtió
en el que más rápido te podías hacer rico de Europa, la especulación primó
sobre la producción, nuestra industria fue cerrando y nosotros nos fuimos endeudando. Poco a poco nos fuimos
quedando sin industria pero sin embargo la economía subía y subía, todos pensábamos
que esto era la panacea. Mientras, seguían cerrando industrias en un goteo
insoportable.
Hoy nuestra industria es testimonial y nuestro estado una
cosa mínima sin capacidad de reacción. Vosotros os preguntareis. ¿Qué puñetas
tiene que ver todo esto con Venezuela? Mucho, la revolución bolivariana, no es
nada más que hacer las cosas como se hacían en Europa cuando estaba la amenaza
del comunismo. Desde luego para los ciudadanos es mejor que lo que tenemos aquí
y es peligroso para las ganancias patronales el que veamos que hay otra manera
de hacer las cosas (tenemos memoria de pez, así que nuestra propia historia no
vale como ejemplo), por eso la inquina patronal hacia Maduro y los suyos. Pero
eso de que sean revolucionarios….
No hay comentarios:
Publicar un comentario