sábado, 10 de enero de 2015

La burla del ministro.

Al poco de pasar el atentado de París leí un pensamiento de Lucía Etxebarría en su página de Facebook. Decía que en España nunca se hubieran podido publicar esas portadas y se pregunta si esa prohibición es atentar contra la libertad de expresión, si es prudencia, o si es evitar burdas ofensas a los ajenos: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=10153439616244989&id=149885159988.

A mi me parece que es atentar contra la libertad de expresión, pero no es el fondo de la cuestión de lo que pasa en España. En España en realidad solo se secuestran o prohíben las publicaciones cuando se ofende a determinados estamentos sociales, aquí tenemos una serie de instituciones intocables y al resto da igual cómo se los ofenda.

Pero el hecho es que en España la revista francesa hubiera visto secuestrada su portada día sí y día también. Por eso las palabras del ministro del interior ayer me parecen una burla, una burla cruel. Dice el ministro que se ha atentado contra la libertad de expresión. ¿Acaso no se podrían extrapolar esas palabras? Debemos decir pues que el ministro, el gobierno y el estado atentan con frecuencia a la libertad de expresión entonces.

Recuerdo el cristo cocinado de Krahe, recuerdo a Pablo Hasel, recuerdo las portadas del jueves, recuerdo al humorista de la tuerca, recuerdo las canciones de Kortatu, de M.C.D. Recuerdo muchas cosas. Todas juzgadas, secuestradas o censuradas.


Señor ministro tenga un poco de decoro y no se burle del personal tan burdamente. Censure los asesinatos y a lo mejor resulta creíble, pero no hable usted de libertad de expresión en este país. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario