El pozo y el globo.

 Todos sabréis a estas horas que un “demente” se ha empotrado en la sede del PP con un artefacto explosivo. La desesperación no solo hace que la gente se suicide, también logra que hagan otras cosas.

El señor Hernando, miembro del PP, ha dicho que le sorprendería mucho que alguien pueda pensar que su situación se pueda deber a las políticas del PP.

Claro, es que lo que me pase es culpa mía y de nadie más. Si me quedo sin trabajo es culpa mía. Si no me ponen el tratamiento de la hepatitis C es culpa mía. Si mi hijo no puede comer es culpa mía. Si me embargan la casa es culpa mía. Si enfermo es cosa mía y me tengo que pagar mi curación. Si me hago viejo y ya no puedo trabajar, más me vale tener ahorros, porque es cosa mía y de nadie más….. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Nadie más tiene ninguna responsabilidad.

Claro que también es cosa mía pagar al mes 700 euros en impuestos, 8.000 al año, la mitad de lo que me pagan. Que graciosos estos del PP, no es culpa suya que nuestros impuestos acaben en manos de los patronos en vez de en las manos de la gente que lo necesita y que paga esos impuestos. Hoy los patronos no pagan, solo reciben y hoy nosotros no recibimos, solo pagamos. Y dice el mal nacido de Hernando que nada es culpa suya.

Dice Hernando que lo que le ha pasado al empresario loco del coche solo es culpa del empresario loco. Nada tienen que ver las acciones del gobierno, nada tiene que ver que algunos empresarios jueguen con las cartas marcadas y se lleven de manera ilegítima los contratos que no les corresponden. Nada tiene que ver.

De todas formas, vivimos en un mundo competitivo y la competitividad tiene una característica muy particular. No todos caben. Si dos compiten uno gana y otro pierde, uno entra y otro se queda fuera. Da igual lo brillantes que sean ambos competidores, aunque sean los mejores del mundo, uno no cabe. En este nuevo capitalismo no se compite de igual a igual, algunos tienen mucha ventaja. Es el sino de este nuevo capitalismo, el pobre en el pozo y el rico en globo.

Mientras tiran piedras al pozo, nos cuentan que cualquiera si se esfuerza puede salir del pozo, que antes tal o cual rico no era rico, que con esfuerzo salió del pozo y se montó en el globo. Mientras, tiran piedras para hundirnos en el pozo y Hernando nos dice que cada pedrada en la cabeza es culpa nuestra.

Por cierto, le han condenado por mentir al decir que UPyD se financió ilegalmente y el miserable ha vuelto a decir que UPyD se financió ilegalmente. Les hay que no espabilan.