sábado, 19 de marzo de 2016

Refugiados y España.

Nada más cumplir los dieciocho años (hace casi treinta años ya de eso), me hice voluntario social de Cruz Roja. El voluntariado consistía en labores diversas, acompañar a niños huérfanos al colegio, acompañar a personas discapacitadas a sus gestiones, hacer compañía a ancianos, etc… Nuestra labor básicamente era hacer ver a los que estaban solos que no lo estaban tanto. Alguna vez hacíamos compañía a solicitantes de asilo mientras se tramitaba su solicitud.

En esos tiempos (gobernaba Felipe González), solicitar asilo en España era casi una garantía de deportación. Se aceptaban poquísimas solicitudes de asilo y los solicitantes a los que no se concedía el asilo eran deportados inmediatamente. Eso lograba que casi nadie pidiese asilo en España, con los años esa situación no ha cambiado. Incluso en los tiempos de bonanza económica, cuando entraban trabajadores nacidos fuera del estado a espuertas, apenas se aceptaban solicitudes de asilo.

España siempre ha sido así, uno de los estados más insolidarios del mundo. Las cifras son claras a ese respecto y no han cambiado con los diferentes gobiernos. Rubalcaba ya puso concertinas en la frontera, Zapatero ya hacía deportaciones colectivas. Los gobiernos socialistas tampoco acogían refugiados.

Hoy, cuando veo que ayuntamientos socialistas retiran la bandera de la UE por su política con los refugiados, pienso que esos ayuntamientos se aprovechan de nuestra falta de memoria. Cuando veo que ayuntamientos gobernados por “podemos”, quitan la bandera de la UE por los acuerdos con Turquía, me pregunto por qué no quitan también la bandera española, ya que España se comporta igual o peor que el resto de la UE. Hoy, cuando leo feroces críticas por la ley danesa que multa a los que ayudan a los refugiados, me pregunto por qué ya nadie critica nuestra ley, que contempla parecidas multas por ayudar a los trabajadores que no tienen papeles.


Criticamos lo que se hace en Europa, pero son cosas que en España se hacen desde hace años. En España hay deportaciones masivas a Marruecos y les da igual que esas personas deportadas no hayan nacido en Marruecos. En España hay fronteras con concertinas donde se hacen barbaridades para parar a los trabajadores que quieren llegar aquí. 

jueves, 3 de marzo de 2016

Mi impresión.

Bueno, pues aún no tenemos presidente. Ha sido un bonito paripé el día de hoy en el congreso. Los líderes han estado desiguales, si me preguntarais a mí os diría que el debate lo ha ganado claramente Alberto Ribera.

Rajoy ha rozado el ridículo, por momentos parecía que estaba haciendo un monologo del club de la comedia en vez de un discurso en una sesión de investidura. Solo ha hablado en serio al final de su discurso y ha resultado cansino con la coletilla de “hasta ustedes lo acabarán entendiendo” que dirigía al resto de diputados. Parecía un niño con una rabieta.

Sánchez ha estado correcto al intentar defender lo indefendible. Dijo que hoy presentaba la panacea gubernativa que a todos complace, y que si no recibía más apoyos es por intereses partidistas.

Pablo Iglesias ha estado muy izquierdoso e incluso revolucionario. Entre mucha verborrea vacía, nos ha contado que uno de sus objetivos prioritarios es que las grandes compañías paguen a hacienda un 15% de lo que ganan. Como veis muy radical todo, nosotros pagamos más de un 50% y lo revolucionario es que ellos paguen un 15%.

Ribera ha dado caña a diestro y siniestro, sobre todo a diestro, sabe dónde está su granero de votos y se ha atribuido todos los méritos del pacto, los existentes y los inexistentes. Ha sido particularmente curioso que entre tanta caña al PP, también le ha lanzado algunas flores. Ha dicho ribera que Zapatero aumento el déficit en 125.000 millones de euros y que el PP le ha disminuido en 50.000 millones. Está claro que según Ribera y los datos que maneja, el déficit y la deuda no están relacionados.

Termino con Garzón, en sus diez minutos de discurso ha estado excelso. Nos ha dejado claro que eso del comunismo es cosa del pasado y ha instado a todos a regresar a la socialdemocracia. Dice que hoy la socialdemocracia es posible.


Yo después de lo visto hoy, veo un gobierno tipo a los que ha habido en Canarias o Cantabria años atrás. Un gobierno presidido por una fuerza minoritaria.