lunes, 25 de septiembre de 2017

Cataluña, deja que te diga que digo no.

Yo soy muy solidario con el derecho de autodeterminación de los pueblos, lo soy más con los que sufren la represión policial y lo soy aún más aun con los presos políticos que hay en nuestro estado. Pero claro, Estos días oigo cosas que me tocan un poco la fibra y con las que no estoy para nada de acuerdo.

Dicen que Cataluña es una nación oprimida dentro de nuestro estado. Que solo saldrá de su opresión con la independencia. ¿De verdad? ¿De verdad Cataluña sufre una situación de discriminación respecto al resto de las autonomías que conforman el estado? Cataluña en tal caso, que tampoco, sufre la misma opresión que sufrimos en Andalucía. Y esa opresión viene determinada no por un problema territorial, sino por un problema clasista. Hoy nuestro gobierno tiene como única prioridad la ganancia de las grandes multinacionales y legisla sin sonrojo para conseguirla. El impuesto al sol y la reforma laboral son los mejores ejemplos para que lo veamos, pero no son los únicos, toda la legislación de los últimos años tiene ese único objetivo. Todos los días vemos el resultado de esas políticas, la desigualdad se ha disparado en nuestro estado, cada día que pasa los ricos son más ricos y cada día los pobres somos más y más pobres.

¿Eso se puede solucionar con la independencia catalana? ¿Ofrecen los catalanes una posibilidad de empoderamiento de la clase obrera? Pues no sé, tened en cuenta que fueron los independentistas catalanes los que posibilitaron el control del PP en la mesa del congreso, fueron los independentistas catalanes los que apoyaron los presupuestos clasistas, fueron los independentistas catalanes los que votaron junto al PP las leyes más lesivas para los trabajadores. Son los independentistas catalanes los que dicen que nadie se preocupe, que ellos no van a salir de la UE, que va a seguir los dictados de la Troika (o como mierda se llame ahora), que va a seguir en la OTAN. ¿Qué diferencia por tanto van a tener los trabajadores catalanes con la independencia, si van a seguirles gobernando los mismos que votan en el congreso con el PP? Ninguna, este sainete independentista solo nos traerá muertes y pobreza a los de abajo. Porque los muertos siempre les ponemos nosotros cuando los nacionalismos se calientan, ellos solo ponen las consignas, nosotros todo lo demás.

Estos días nos cuentan que hay represión en Cataluña, decía Pablo Iglesias hoy ya hay presos políticos en nuestro estado por la detención de los altos cargos catalanes. ¿De verdad Pablo, solo hoy? Presos políticos no ha dejado de haber nunca en nuestro estado, ni siquiera durante la segunda república. ¿O acaso no son presos políticos los condenados por escribir tuits? ¿Acaso no son presos políticos los cientos de sindicalistas detenidos y condenados en la última huelga general? Alfon es el caso más mediático, pero por desgracia no el único. ¿Acaso no fueron presos políticos los titiriteros, no lo son los de Alsasua y tantos otros? Hay que tener muy poca vergüenza para afirmar que no había presos políticos y mucha menos para afirmar que unos señores que pasan dos días en el calabozo (señores que son altos cargos) para declarar, son presos políticos. A mi sinceramente me cuesta mucho empatizar con esos supuestos presos políticos, ya que se ganan la vida (y muy bien por cierto) legislando para multiplicar las ganancias de los grandes patronos y hacernos a todos los demás más pobres.

Represión dicen que hay y la hay, pero no contra los independentistas, a los independentistas les dejaron el otro día reventar y saquear un coche de la Guardia Civil con armas dentro y no pasó nada. ¿Os imagináis que se intente saquear un vehículo de los cuerpos y fuerzas de la seguridad del estado en una manifestación en Sevilla o en Madrid o en Alsasua? ¿Qué sucede si en cualquiera de esas ciudades se hace una concentración sin autorización? Pues a los independentistas no les pasó nada y eso que se llevaron una mochila con munición. Curiosa represión, selectiva al menos es.

Yo claro, veo que las fuerzas más reaccionarias del estado (que son las que nos gobiernan, aquí y en Cataluña) están muy cómodas con esta situación, de hecho no dejan de echar combustible al fuego, acercándonos cada día más a un punto de no retorno. Pero no son las únicas, todas las fuerzas de izquierda dicen que tenemos que aprovechar esta fisura nacionalista que presenta el sistema para meter la cuña y dañar al sistema, (me decía ayer un camarada que era la política de que cuanto peor mejor) así que andan todas como títere sin cabeza viendo cómo se ponen en una posición de ventaja ante lo que se avecina. Pues queridos camaradas de todos los partidos, Las fisuras generadas por los nacionalismos son fisuras envenenadas, son fisuras que sabemos a dónde llevan, ya que todos sabemos algo de historia.

Por eso yo soy firme en la defensa del derecho de autodeterminación, porque no me queda otro remedio, pero soy más firme aun en la defensa del no, no quiero que Cataluña se independice.

¿Por qué digo que no tengo más remedio en defender el derecho de autodeterminación? Pues mirad, mi sentimiento nacionalista es prácticamente inexistente, lo que siento por las patrias y por las banderas, lo definieron perfectamente en esta canción los de “la polla records”:
Veo casas, veo piedras,
veo árboles, veo policía,
en fin, veo el paisaje,
pero por mucho que miro
no veo crecer países
por ninguna parte.
un país es un invento,
un país es una estafa,
un país es algo, para
lo que nadie me ha pedido mi opinión.
un país no es nada.
nada lo justifica,
ni sus putos muertos,
ni sus putas medallas.
Yo no debo nada
a dios ni al gobierno
por haber nacido por él
coño de mi madre.

Claro, a mí me cuesta mucho anteponer los intereses nacionalistas a cualquier otro, mucho más cuando hoy tenemos tantos intereses de clase. Pero entiendo que los nacionalistas existen, evidentemente. Lo que quiero expresar creo que lo explicaré mejor con un símil; yo quiero muchísimo a mi mujer, más que a nadie. ¿Qué haría si mi mujer me dice que no me aguanta y se quiere divorciar? Pues me jodo y me divorcio, pero eso sí, intentaría saber por qué y si se puede evitar. Pues con esto de los nacionalismos me pasa lo mismo, creo que un estado más pequeño tiene menos posibilidades de cambiar las cosas, creo que este estado es de esos que en un momento dado pueden cambiar el mundo, pero separados jamás podremos cambiar nada. Por eso, pese a respetar y pedir el derecho de autodeterminación, considero que mi postura personal ante el referéndum o cualquier otro plan independentista, tiene que ser votar NO. Si se quieren ir yo no me opondré, pero no será con mi apoyo o mi apatía.

“Considero que Cataluña es una parte tan importante de este estado, que en el caso de irse, España dejaría de ser tal. Sería otra cosa, pero ya no España. Los lazos que nos unen son muchos, si somos un poco libres aún, es por el movimiento obrero barcelonés y catalán. Gracias a ellos conseguimos la jornada de 8 horas, se consiguió que los patronos tuvieran un poco de miedo. Gracias a los anarquistas catalanes aún tenemos un poco de libertad, pero ellos, pese a vivir en Cataluña y en España, solo tenían una patria, la clase obrera. Es juntos de la única manera que se puede solucionar este desastre neoliberal en el que estamos metidos.” La parte entrecomillada es copia literal de un artículo que escribí hace cuatro años para ANEMOI, en el expreso mi postura política, una postura que básicamente no ha variado en este tiempo.


Si es que además, yo veo que todo esto está alimentado artificialmente, siguiendo obscuros intereses. Lo último que ya me ha terminado de mosquear es que la iglesia catalana apoye al independentismo, todos sabemos que la iglesia solo apoya al dinero de los patronos. ¿Por qué entonces apoya esto? 

viernes, 8 de septiembre de 2017

Carmelo Suárez sobre el sainete catalán.

El Secretariado Político del Comité Central hará pública una declaración este próximo sábado sobre los acontecimientos en Catalunya. 
Para el PCPE esta situación es una expresión más de la vieja España, fracasada siempre en la historia en su intento de construir un proyecto nacional para el actual ámbito del Estado. La España de Franco, con un nuevo barniz, sigue siendo la España que defienden hoy los llamados partidos constitucionalistas.
Una vez más se expresa la vieja confrontación entre, por una parte, la rancia oligarquía españolista, expoliadora, católica, conservadora y profundamente reaccionaria, incapaz ni tan siquiera de una mínima modernización con el paso del tiempo. Y, por otra parte, una burguesía periférica que se apoya torticeramente en los legítimos sentimientos nacionales del pueblo catalán para tratar de recolocar en una mejor posición sus intereses de clase, para seguir explotando a ese pueblo con una mayor ventaja en la cadena imperialista.
Obviamente a los/las comunistas ni nos vale esa España vieja y rancia, ni tampoco esa burguesía periférica, por mucho que históricamente haya representado postulados más modernizadores como fracción más temprana del capitalismo español.
La disyuntiva es entre la clase obrera y la clase dominante, en una u otra versión de ésta.
Un proceso de construcción nacional de España solo se puede dar bajo el impulso radicalmente transformador de la revolución proletaria. Pero también hay que decir que esa histórica pelea entre grupos burgueses puede hacer imposible esa misma unidad de cara al futuro. Unidad que solo saben imponer por la violencia de los aparatos del Estado burgués, viejo y caduco.
La posición del PCPE es con la clase obrera. Repudiamos las medidas represoras del Estado burgués que se apoya en la antidemocrática, e ilegítima, Constitución del 78 para defender un proyecto de España que no es el nuestro, y que, en esa situación, trata de enfrentar a la clase obrera del Estado con la clase obrera de Catalunya. Y tampoco es posible estar con las estrategias de la  burguesía catalana, que trata de recolocarse en una nueva posición en la cadena imperialista, que consideran mejor para sus intereses clasistas.
El libre ejercicio del derecho de autodeterminación es parte imprescindible de la solución para la cuestión nacional en el Estado Español, pero esa no es la cuestión que se dirime en este momento, desgraciadamente.
Carmelo Suárez