Caray, la que se ha liado con la final de la copa del rey,
incluso yo me he enterado, a mí que el futbol no me gusta. Me parece una cosa
absurda y aburrida, que usan las mentes básicas para desahogar sus
frustraciones con violencia.
Resulta que el jefe de estado se ha ofendido con la pitada
al himno, el presidente del estado también se ha ofendido, los ministros del
estado se han ofendido. Pareciera que todo el mundo se ha ofendido. Dicen estos
grandes hombres, con el ministro del interior a la cabeza, que hay que
modificar las leyes, que a partir de ahora hay que detener a la gente por silbar.
El himno es un símbolo de la patria y la patria es sagrada,
todo el que silbe al himno comete un delito, eso dice Jorgito. Lástima que no
sean así de patriotas con todo lo demás. Este fin de semana sin ir más lejos se
iba a firmar la cesión definitiva de la base de Morón a los americanos. Tenemos
asentado en nuestro territorio de manera permanente a un ejército extranjero.
Mejor no hablemos del concordato con el Estado Vaticano, les
regalamos propiedades y millones a espuertas cada año, no me explico como un país tan pequeñito
necesita tantas cosas. Será para los pobres.
Ni que decir tiene el expolio que estamos sufriendo por
parte de los fondos buitres, el gobierno lo llama inversiones extranjeras, yo
lo llamo robo legal. Si una familia quiere comprar un piso propiedad del
estado, tiene que pagar 3X, si es el fondo buitre el que lo quiere comprar solo
tiene que pagar X. Esto lo hemos visto en Madrid con las viviendas sociales que
ha vendido el ayuntamiento.
De todas formas estos del gobierno ven mal las protestas
cuando son en su contra, si son a su favor les parecen de puta madre. Tienen un
doble rasero vergonzoso. Aún recuerdo esas manifestaciones contra el aborto o
contra el matrimonio gay. En realidad son ellos los primeros que empezaron con
los escraches a políticos.
Así que queridos lectores cuidado a partir de ahora con
silbar a las ocho de la mañana, esos despertares felices con silbidos en la
ducha se tienen que acabar, no fuera a ser que os lleven detenidos.
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