lunes, 18 de enero de 2016

Tristeza.

 Estos días ando un poco triste. Antes cuando estaba triste me encerraba unos días en mí mismo hasta que la tristeza remitía, hoy tengo una hija que me toca las narices hasta que mi tristeza se torna ira. Se me pasan antes los periodos melancólicos ahora. Que capacidad tiene la jodía para sacarme de mis casillas, ahora andaba llenando globos con harina para hacer una manualidad (una especie de pelotas anti estrés), mejor no os cuento lo que ha pasado con la harina y los putos globos. Pero tiene su lado bueno todo esto, mientras escribo me estoy partiendo de risa.

En fin, niños. Son como son. Hablando de niños, andan los medios patronales revueltos con el churumbel de Bescansa, se ve que a los patronos les jode que lo haya llevado al trabajo. A cuenta del churumbel nos van contando cosillas.

Lo primero que nos han contado es que en el congreso hay una guardería, pero no recibe ninguna ayuda pública. Hay que joderse, subvencionan los cubatas pero no las guarderías. Se ve que los diputados dan más importancia a la ginebra que a los niños.

Luego nos han contado que Bescansa practica el apego, y que por eso va con el niño a todos lados, cosa que a mí me parece muy bien, lo del apego digo, yo hacía lo mismo cuando mi hija era bebe. A los del PP les parece muy mal eso del apego y han criticado a Bescansa, lógico, a lo único que quieren los diputados del PP es al dinero y por eso nos lo intentan robar todos los días. Los diputados del PP venderían a sus hijos por un puñado de euros. ¿Cómo van a entender el que alguien practique el apego?

Lo que nadie ha dicho es que es una aberración el que una criatura con cinco meses tenga que acompañar a sus padres al trabajo. Es una aberración que ambos progenitores estén trabajando cuando el niño está en una edad tan temprana. ¿Dónde queda la conciliación? En España no existe eso. Dieciséis semanas de baja maternal para la madre y a currar, para el padre diez días. El niño mientras, a una guardería con cuatro meses o en el mejor de los casos a casa de los abuelos. Si trabajas para el estado tienes algunos días más, pero pocos.

Como os digo, yo he practicado el apego, así que conozco y he aplicado todos los posibles permisos, todas las posibles reducciones, todas las posibles modificaciones de jornada. Todo para estar el máximo tiempo posible con mi hija y que ella pase el mínimo tiempo posible en el cole. Con mucho esfuerzo conseguimos estar nueve meses sin llevar a la peque a la guardería, con mucho esfuerzo conseguimos cada verano estar con ella sin usar esos campamentos urbanos ideados como apeaderos de niños, con mucho esfuerzo conseguimos librar casi siempre que ella no tiene cole. Pero ella tiene muchas más vacaciones que nosotros y por mucho que te esfuerces a veces no se puede, así que como Bescansa, nosotros también nos hemos tenido que llevar a la niña al trabajo. 

Yo tengo suerte en el trabajo y apenas me ponen trabas cuando se trata de conciliar, pero en la mayoría de los trabajos no es así. Los PPetardos del PPartido en el gobierno, ponen el grito en el cielo contra la ley del aborto, pero por otro lado hacen lo posible para que los patronos nos exploten más y mejor, dificultando todo lo que pueden la conciliación. Hoy tienen que trabajar los dos miembros de la pareja para tener un  sueldo medio digno. ¿Qué hacemos entonces con los niños? Hoy con estos patronos y estos gobiernos, la paternidad no se disfruta, se sufre.


Lo mejor que se puede hacer contra el aborto, son medidas reales para facilitar la conciliación familiar. Algo como lo que hay en Francia nos podría valer. 

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