jueves, 5 de agosto de 2021

Sobre la producción de alimentos, la obsolescencia programada y los repuestos.

 

Vivimos en una sociedad de consumo y todo está orientado al consumo. Y está orientado al consumo de una manera brutal, absolutamente ilógica. Se produce un desperdicio de recursos incomprensible en todos los ámbitos de la producción. El gobierno es consciente de que los recursos se acaban y se ha puesto al lio, pero sus medidas están orientadas a que consumamos menos los pobres, a sacar del consumo a las personas más pobres de nuestra sociedad, en lugar de a racionalizar la producción.

 

Este despilfarro está en todos los sectores económicos, empezando por el primario. Que se produce un desajuste en la producción de vegetales y hay stock, pues se destruyen las verduras. ¿Para qué vamos a mandar ese stock a los lugares donde hay gente pasando hambre? Es mejor destruirlo para que no bajen los precios y preservar los beneficios empresariales. Esta noticia de la destrucción de toneladas de vegetales en canarias es de hace unos días: https://www.eldia.es/tenerife/2021/04/28/campo-tinerfeno-tira-mes-150-49823955.html Pero se lleva haciendo años, recuerdo como si fuera ayer, una foto del libro de sociales que tenía cuando iba al cole. En la foto había una hilera de camiones llenos, el primero de la hilera estaba tirando su carga al mar. En el pie de foto ponía: “camiones tirando el stock de grano al mar en los Países Bajos para evitar la subida de precios”. De aquellas había una hambruna del copón en Somalia y yo recuerdo que pensé. “Pues que manden esos camiones a Somalia en lugar de tirar el grano al mar. Eliminan el stock y dan de comer a la gente.” Pero se ve que no, eso no se contempla. Esto los vegetales, pero con los animales es igual, por ejemplo, se masacran millones de pollitos, para no incidir en los precios de la carne de pollo y los huevos, aquí una noticia de ejemplo: https://radiomitre.cienradios.com/polemica-alemania-legalizan-la-matanza-pollitos/

 

Si pasamos al sector secundario, la cosa es peor aún si cabe. Hay un documental, que en su día cambió radicalmente mi percepción de la industria. Es imprescindible su visualización para entender, os lo enlazo: https://www.youtube.com/watch?v=ZTVOBBbnjv4 Seguro que muchos de vosotros lo habéis visto ya, tiene sus años y fue un bombazo cuando salió. El documental habla sobre la obsolescencia programada. El documental nos cuenta, que básicamente, fabrican las cosas para que se rompan pronto. Hoy una bombilla podría durar más de 100 años, una nevera 70 u 80 años, una lavadora lo mismo, un aire acondicionado igual. Podría seguir mencionando productos hasta el infinito, ya que casi todos se rigen por la obsolescencia programada, desde las baterías a la ropa, todos. Si todos los productos se empezaran a fabricar con criterios de durabilidad, la huella industrial en la naturaleza se reduciría en un 90% en menos de 10 años.

¿Qué podemos decir del sector de la construcción? Yo salí de Valladolid a los 25 años, ahora tengo 50. Valladolid tiene menos habitantes hoy que cuando me fui, pero sin embargo, la ciudad ha crecido de forma notable, barrios enteros han surgido en estos años. Miles y miles de viviendas nuevas para menos población. ¿Tiene eso sentido?

 

Pasemos ahora al sector terciario, y hagámoslo con una anécdota personal. En nochebuena, justo al inicio de la cena, la tele se empezó a apagar y encender sola, se rompió el mejor día para que se rompa algo xd. La tele tenía solo tres años, la primera smartTV que tuve. El día 28 me puse a buscar técnicos de TV, al primero que llamé me hizo dos preguntas: Qué le pasa a la tele y cuál era su marca y modelo. Al responderle, me dijo que no me merecía la pena arreglar la tele, que si yo quería, que se la llevase y él la echaba un ojo, pero que vamos, que era tirar el dinero. El segundo técnico al que llamé me dijo más o menos lo mismo. ¡Sin mirar siquiera la tele! Ya mosqueado, me acerqué a un tienda arreglatodo que hay en el centro y ahí (otra vez sin ver la tele) me explicó que era no sé qué de la placa base lo que se había roto y que hacía falta una máquina muy concreta, que casi nadie tenía, para arreglarlo. Así que para reparar la tele, había que cambiar la placa base entera y esta placa tenía un coste de unos 250€. A lo que había que sumar la mano de obra y la recogida. Vamos que la reparación tendría un coste de unos 350€ en total. 350€ para arreglar una tele que me había costado nueva 400€.

Esto que digo de la tele, pasa con la mayoría de los aparatos electrónicos, muchas reparaciones cuestan incluso más que el precio de del aparato nuevo, esto sucede por el precio astronómico de los repuestos. Por eso los ladrones de coches despiezan los vehículos, sacan mucho más vendiendo el coche por piezas que vendiéndolo entero.

 

Si queremos salvar el planeta y tener todos y digo todos en el mundo, un nivel de vida aceptable. Hay que cambiar por completo el sistema productivo y económico. Racionalización de la producción de alimentos, que la producción industrial sea de calidad, la recuperación de los comercios de reparación (costureros, zapateros, modistas, reparaciones, etc…).

 

Y de nuevo, me está quedando una entrada muy larga, así que lo que queda, sobre todo el sector energético, lo dejamos para otro día. Si habéis llegado hasta aquí, os doy las gracias.

 

 

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