sábado, 31 de mayo de 2014

Hoy hablo sobre Venezuela, o quizás no.

Hoy la revolución bolivariana está en boca de todos por unas declaraciones que hizo Felipe González sobre podemos. Dando a entender que podemos es muy malo por ser bolivariano. Yo por mi parte aún no sé qué partido tomar respecto a podemos, estoy muy desconcertado, el tablero de juego ha cambiado demasiado y tengo que estudiar la nueva configuración. Ya os contaré cuando vea las cosas claras.

Pero regresemos al bolibarianismo. Llevo días rumiando sobre la revolución bolivariana, mastico y mastico los datos para entender porque odian tanto los medios patronales al sistema venezolano y porque un teórico socialista ve tan mal a Maduro y sus políticas.

Hoy un blog friki me ha hecho entenderlo todo de golpe, todas las piezas han encajado en su lugar como si de una construcción de TENTE se tratara. Hace años en España había aranceles, estos aranceles dificultaban la entrada de productos extranjeros en el comercio nacional y además proporcionaban buenos dineros al estado en impuestos. Hace años en España el estado construía casas, casas que eran vendidas a precio de coste. Hace años en España no había ERE,s, si una gran empresa quebraba el estado la expropiaba y reflotaba. Hace años el estado era el mayor tenedor de industrias. El estado además era el que nos suministraba el teléfono a bajo coste, la luz a bajo coste, el agua a un precio ridículo, el estado controlaba la importación y el refinado de gasolina. El estado era dueño de la mayoría de los medios de transporte.

Esa apuesta del estado por la industria nacional logró que España fuera una de las principales productoras de juguetes del mundo, una de las principales productoras de ropa, de aceite, de zapatos, de barcos, … Hoy nos cuentan que los costes laborales son los que restan competitividad a nuestras empresas, en los tiempos de los que hablo nos contaban que era el coste de los servicios lo que restaba competitividad. En esos tiempos España era el décimo país en industrialización. Pero claro, eran los tiempos en los que occidente luchaba contra el comunismo, tiempos que nuestro país solo conoció en su ocaso por culpa de Paquito. En toda Europa se hacían las cosas igual, por ejemplo, en Alemania más del 50% de la banca era del estado.

El comunismo ruso cayó y en España se empezó a hablar de globalización, de que somos uno, de que si se eliminaran los aranceles nuestra industria podría vender en todo el mundo. Llego una reconversión industrial para modernizar nuestra industria. Se cerraron o vendieron las empresas del estado para favorecer la competencia, que los precios bajaran y la calidad subiera. El estado es ineficaz nos decían. Llegaron tiempos en los que nuestro país se convirtió en el que más rápido te podías hacer rico de Europa, la especulación primó sobre la producción, nuestra industria fue cerrando y nosotros nos fuimos endeudando. Poco a poco nos fuimos quedando sin industria pero sin embargo la economía subía y subía, todos pensábamos que esto era la panacea. Mientras, seguían cerrando industrias en un goteo insoportable.


Hoy nuestra industria es testimonial y nuestro estado una cosa mínima sin capacidad de reacción. Vosotros os preguntareis. ¿Qué puñetas tiene que ver todo esto con Venezuela? Mucho, la revolución bolivariana, no es nada más que hacer las cosas como se hacían en Europa cuando estaba la amenaza del comunismo. Desde luego para los ciudadanos es mejor que lo que tenemos aquí y es peligroso para las ganancias patronales el que veamos que hay otra manera de hacer las cosas (tenemos memoria de pez, así que nuestra propia historia no vale como ejemplo), por eso la inquina patronal hacia Maduro y los suyos. Pero eso de que sean revolucionarios…. 

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