miércoles, 27 de julio de 2016

Yo también sufrí acoso.

Sigo atascado y si no os cuento lo que me atasca no voy a poder escribir otra cosa, así que ahí va. Hace unos días salieron en internet unas capturas de un libro infantil de María Frisa, las habréis visto, pero las pongo por si acaso no las hubierais visto:



Al leer la etiqueta de la chincheta me quedé helado, yo las pasé putas en el colegio y leer esa apología al acoso escolar me trajo todos los recuerdos en tropel. Estuve unos días jodido y al final me decidí a escribir a la autora, le mandé esta carta por Facebook:

Ya sé que puede parecer un poco cruel, pero piénsalo despacio. Así empiezas tu etiqueta. ¿Un poco? Mira, yo las pasé putas en el colegio, no podía dormir, me levantaba todos los días con un nudo en el estómago. Levantarme e ir al colegio era una autentica tortura, todo por un niño que me hacía la vida imposible y por el resto que le seguían. No podía recurrir a nadie, incluso los profesores secundaban a ese niño criminal, y es que yo era muy raro o así lo veían ellos.

Después superas ese recuerdo, ese dolor, rehaces tu vida y disfrutas de las cosas. Descubres que hay gente que te quiere y que en el fondo no eres tan raro. Sigues y olvidas el pasado, pero de vez en cuando el recuerdo regresa y te golpea, a veces hay un desencadenante, otras no, simplemente regresa.

Al leer esa etiqueta el recuerdo me ha golpeado como un martillo golpea a un yunque. Todo ha regresado, esas humillaciones, esa desesperación, ese dolor. Aun no puedo ni contar lo que me hacían, duele demasiado todavía y tengo ya 45 años.

Me he animado a escribirte porque tengo una hija que tiene edad para leer tus libros y edad para infringir o sufrir lo que aconsejas en esa etiqueta, lo que me hicieron a mí. Uno espera que la sociedad evolucione y mejore, pero veo con horror que no solo no mejora, sino que empeora, hoy aconsejan e incitan en los libros maltratar a otros niños y si es tu mejor amiga mejor, más dura y chachi eres.

No sé si leerás esto e incluso si lo lees, no sé si te hará pensar, por tus letras deduzco que tú eras de las que seguían a ese cabrón cruel que se dedicaba a destrozar la vida a los demás. Pero te quería decir que tus letras influyen, influyen a las niñas que leen. Siento desolación, mucha mucha tristeza.
Un abrazo.

La autora me respondió y me dijo (entre otras cosas) que leyera el libro entero, que ese no es el mensaje que transmite ni de lejos. Yo le di la razón, no me había leído el libro. Le pedí perdón por juzgar sin tener todos los elementos de juicio y después por supuesto me leí el libro entero.

Como dice la autora, el libro no busca fomentar el acoso (pero lo hace), ni busca ser machista (pero lo es). Son como diría Obama, daños colaterales. El libro es una exaltación del individualismo más brutal. La protagonista es una niña absolutamente incapaz de empatizar con nadie, que tiene unos absurdos objetivos vitales y utiliza a todo su entorno para conseguirlos. Los humanos que la rodean, sean padres, amigos, compañeros o hermano, son incordios o herramientas, no siente nada hacia ellos.


A la autora le diría que no se preocupe, que estas críticas son flor de un día, internet tiene memoria de pez y la gente más. Su mensaje es el que quiere el poder y sus libros adoctrinan a los niños más sensibles y más inquietos, a los niños que leen. Así que pronto podrá escribir otro súper ventas sin ningún problema. Y podrá con su mensaje seguir jodiendo vidas. 

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